Base Bíblica: Hebreos 11:39, 40
39 Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido;
40 proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.
Hebreos 12:1-3
Puestos los ojos en Jesús
1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
Introducción:
Caminar hacia la meta final que es la eternidad con Dios es posible cuando damos pasos firmes y sostenidos (recordar a Noe. Caminaba con Dios) , asidos de la mano del Señor Jesucristo. Avanzar no se logra dependiendo de la fortaleza personal sino afianzados de la fortaleza divina.
Es probable que las circunstancias adversas desprendan temores, inquietud e incertidumbre; sin embargo estamos llamados a seguir caminando en fidelidad a Dios. ( recordar al profeta Micaías). Nos anima la esperanza de que nuestro amado Padre cumplirá aquello que nos ha prometido y que es: en el presente muchas bendiciones, y mañana: la vida eterna.
I.- Caminando hacia la eternidad con Dios (11:39, 40).
1.- Nuestro tránsito terrenal con Dios necesita que tengamos fe (v. 39).
2.- Puede que no veamos ahora la materialización de las promesas divinas, pero debemos seguir caminando firmes (v. 39)
3.- Como los hombres de fe que describe la Biblia, estamos llamados a guardar la esperanza, confiando en la veracidad de las promesas de Dios (v. 40).
II.- Es posible dar pasos hacia la victoria con ayuda del Señor Jesús (12:1)
1.- Con ayuda del Señor Jesús podemos despojarnos del temor, las dudas y la incertidumbre que nos impiden avanzar (v. 1 a)
2.- Con ayuda del Señor Jesús podemos vencer la tentación que inclina nuestra naturaleza al pecado (v. 1 b)
3.- Con la ayuda del Señor Jesús podemos avanzar en el camino de fe con perseverancia (v. 1 c)
III.- La clave de avanzar hacia la victoria es poner nuestra mirada en el Señor Jesús (vv.2, 3).
1.- Nuestra mirada no puede estar puesta en las circunstancias, sino en la sagrada meta (v. 2)
2.- El Señor Jesús es Quien nos fortalece con la fe necesaria para vencer (v. 2 b
).
"puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe".
3.- El Señor Jesús es quien nos anima cuando llegan los momentos difíciles (v. 3
Conclusión:
Los cristianos estamos llamados a caminar de victoria en victoria con la ayuda del Señor Jesucristo. Él nos guía, ayuda y fortalece para seguir adelante, por encima de las circunstancias. Cuando llega el desánimo, Él nos anima; si nos asalta la incertidumbre, nos llena de seguridad, y si el cansancio toca a nuestra puerta, Él nos fortalece. ¡Usted puede dar pasos firmes hacia la victoria caminando de la mano del Señor Jesucristo!
lunes, junio 30, 2008
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