Tal vez algunas personas puedan pensar que el temor es algo normal y que forma parte de la vida misma, pero en realidad el temor no es normal, no forma parte de la vida cristiana; visto de esta manera el temor es una fe torcida.
Tener temor es creer en lo que el diablo puede hacer en nuestras vidas, no es confiar en el poder de Dios en nuestras vidas. Tener fe es creer en Su palabra, aceptando las promesas de Dios para nuestras vidas.
El temor se inicia en nosotros como un sentimiento de duda, después se convierte en una poderosa fuerza, que nos imposibilita seguir adelante con los planes y propósitos de Dios.
La Palabra de Dios define al temor como un espíritu que no es de Dios en 2ª de Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Claramente la palabra de Dios nos dice aquí que no tenemos un espíritu cobarde, es decir de miedo, sino por el contrario, tenemos el poder del amor y del dominio propio.
El espíritu del amor de Dios cambia todo lo malo que hay en nosotros en algo bueno y positivo. El control del dominio propio no esta en nosotros sino en aceptar que Dios controla nuestras vidas, nuestro carácter, nuestro temperamento.
Vivir en constante temor nos precipita a una vida desolada, triste y vacía, mientras que una vida llena de fe nos conecta a vivir en victoria conjuntamente con las promesas de Dios.
Cuando operamos con temor , nos ponemos en posición de recibir las cosas que mas tememos: fracaso, enfermedad, dolor , tristeza, odio, rencor, etc. Un arsenal de cosas malas.
Mientras que cuando operamos con fe en Dios, en su poder, en su misericordia la fe nos lleva al triunfo y a la victoria que es en Cristo Jesús.
El temor nos lleva a dudas, incredulidad, miedo, desesperanza, odio, mientras que la fe nos lleva a una vida plena delante de Dios.
Cancele desde ahora todo temor, y confiese desde lo más profundo de su corazón , que Ud. cree en el Señor Jesucristo, que cree en el poder redentor de su muerte en la cruz, que acepta que vive por la gracia y la misericordia del Dios Altísimo, y que su vida está fundada en la fe verdadera de Dios padre, Hijo y Espíritu Santo. Mire lo que dice Hebreos
2:14, 15 dice, “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, el también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo; y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre.” El temor es la herramienta principal que Satanás usa para destruir las vidas de las personas. Pero la habilidad del enemigo ha sido aniquilada por Cristo Jesús. Usted ya no está sujeto (a) al temor.
Hay una manera de eliminar el temor de su vida si se encuentra luchando con el. La clave es andar en el amor de Dios y permitir que Su amor desarrolle en su vida.
Primera Juan 4:18 dice, “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.”
Cada vez que anda en amor hacia otros y mantiene una conciencia del amor que Dios le tiene, usted echa fuera el temor.
(1 Corintios 13) 1 Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes,(A) y no tengo amor, nada soy.
3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.
12 Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.
Al deshacerse del temor en su vida, su fe “receptor” será libre y clara de toda interferencia. Entonces podrá usted creer en las promesas de Dios sin estorbos. Al permitir que el amor de Dios se eleve en usted sostendrá su fe y le pondrá en posición para recibir las bendiciones de Dios—sanidad, liberación, seguridad, provisión y aumento financiera.
En medio de las pruebas, resista el temor. No importa lo que esté ocurriendo a su alrededor. Resista el temor con todo. Confiese la Palabra de Dios sobre su situación hasta que usted empiece a ver las cosas cambiar. Manténgase firme en las Escrituras cual ayudará en el desarrollo de su fe. Empiece en alabar a Dios por lo que Él ya ha hecho por usted. Tenga confianza en Dios y Su Palabra y no permita que el temor contamine su fe.
domingo, enero 24, 2010
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